A propósito de la entrevista de Simón Vélez en la Crónica del Quindío...
Muy de acuerdo y más...
Sembramos monocultivos de especies foráneas...
...porque no tenemos los "cojones" (para ponerme a tono con el lenguaje de Simón) para desarrollar agroindustria con nuestras especies nativas...
...porque somos pasmados o burócratas en legislación pero más en aplicación (no solo no se puede aprovechar la guadua, además no hay normas técnicas aprobadas para la construcción con guadua)
...porque desaprovechamos la única oportunidad que nos dio la naturaleza para mostrar las bondades de la guadua y me refiero al terremoto del 99 aunque suene muy horrible, porque la reconstrucción del eje cafetero fue la oportunidad para sacar a la guadua del clóset y no lo hicimos.
Yo creo, y aquí es donde me aparto solo un poco de Simón, que el café y la guadua son compatibles, pero juntos.
Debemos reconocer que el café si se va a acabar, pero sí y solo sí, no generamos alternativas que ayuden a que la finca como un sistema a que sea eficiente y rentable pero no solo en términos agronómicos y económicos, sino además ambientales, sociales y culturales.
Estoy de acuerdo que éramos un paisaje de guadua y no de café, pero ahora el paisaje que es de café, está mutando de una manera más triste a invernaderos, a pastos y después quizás será a zonas francas, habiendo y conociendo alternativas más lógicas como la guadua y el café juntos.
Puede que la guadua no se esté acabando, pero los guadueros sí se están acabando y eso es tan grave como que se acabe la guadua en términos de perder oportunidades para el desarrollo sostenible.
Si la guadua no está en vía de extinción, el guaduero sí lo está #solollamolaatencion